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Arquitectura Colonial Venezolana



La arquitectura colonial en Venezuela se empieza a construir en el siglo XVI cuando Venezuela se convierte en colonia de España y termina en 1810 aunque muchas construcciones aun se mantienen hoy en día. Sin duda hubo una influencia indígena en el modelo de construcción europeo en Venezuela, que a su vez ya estaba siendo influenciado por el arte Barroco en Europa, ya que este adopto elementos como las tapias, techos de palma y horcones de madera, aunque sin cambiar las fachadas exteriores ni interiores que ya ellos no sabían de que otra manera hacerlas.




La arquitectura de esta época se caracteriza por su discreta modestia. La explicación está en las condiciones socioeconómicas del país. Venezuela no ofrecía entonces a los colonizadores las inmensas riquezas guardadas por la naturaleza para tiempos posteriores. Una provincia aparentemente poco rica no podía permitirse el lujo de construir edificios de alto costo a imitación de los grandes virreinatos que existían para la época y la sociedad colonial no brindaba tampoco un cuadro tan próspero como el de otros países de América Latina.






Arquitectura Militar Venezolana.


Realizadas a lo largo de la costa venezolana, tenían por finalidad la defensa del territorio frente a los ataques de piratas y corsarios extranjeros. En nuestros días podemos observar algunas fortalezas en la isla de Margarita, el lago de Maracaibo, Puerto Cabello y La Guaira.



Durante la época de la colonia eventualmente se producían enfrentamientos entre los conquistadores españoles y bárbaros que navegaban en costas venezolanas, a fin de apoderarse de las provincias ubicadas en las costas del país. Para el momento, los reinos de Europa afrontaban una crisis económica, por lo que tripulaciones armadas inglesas, holandesas, portuguesas y francesas arribaban a Venezuela, con el fin de apropiarse de los territorios de la provincia y saquear las ciudades costeras.





Las costas e islas venezolanas fueron escena de combates producidas por corsarios y piratas, por lo que España se vio en la obligación de mantener su imperio, construyendo castillos, baluartes, cuarteles y fortificaciones que resguardaban las ciudades de la provincia

Arquitectura Religiosa Venezolana


Los templos eran constituidos por una casi invariable, disposición conformada por una planta rectangular, tres naves separadas por arcos de cubierta de alfarje compuesta de una armadura de madera de pares, nudillos, tirantes y almizate. Las edificaciones católicas que se construían despejaban sencillez y pobreza, pues dentro de sus arquitecturas prácticamente no existían variantes de relevancia y la poca diversidad de materiales de construcción dictaba el diseño y la calidad de la arquitectura religiosa en la época de la colonia. Para mediados del siglo XVI en Venezuela no abundaban las familias pudientes capaces de levantar a sus expensas grandes iglesias y conventos.






La misma iglesia católica, los obispos y las órdenes religiosas no disponían de los medios suficientes para erigir monumentos religiosos comparables con los de otros países del continente. El siglo XVII fue de reconstrucción de los templos católicos que habían sido destruidos por el terremoto de 1641. El siglo XVIII, específicamente entre 1728 y 1785



Arquitectura Civil Venezolana


La arquitectura civil urbana eran las casas coloniales de la ciudad. Estas tienen una entrada principal que da hacia la calle más importante. La importancia y el tamaño de la casa se clasificaba según las ventanas que tenían, ya que al estas ser alargadas y estar junto a otras solo tenían una o dos ventanas dependiendo cuan anchas eran. A la entrada principal le sigue el zaguán; un pasillo largo que comunicaba la entrada con el patio y habitaciones. En los exteriores se presentaban aleros; pasillo techado que sobresale de la construcción. La cantidad de figuras decorativas que se le pusieran a la construcción dependía del poder económico de cada familia y si esta deseaba ponerlo.

La arquitectura civil rural era todas aquellas casas coloniales del campo, en donde La planta era casi toda cerrada, aunque tenía corredores para darle luz y ventilación a la casa. Las columnas eran de tipo toscano con dinteles sencillos ya que así fueron menos costosos.










Esta arquitectura era de tipo castillo: robusta, sobria y sencilla de muros gruesos donde predomina la línea horizontal.


La vivienda popular de la colonia se caracterizaba por la simplicidad de sus formas, sin muchos efectos escenográficos, mientras que la sobriedad era la principal característica de las mansiones aristocráticas, con una fuerte influencia morisca heredada de la España Meridional. Se puede reconocer la funcionalidad de cada arquitectura colonial, por el empleo de los materiales, algunos como la madera, la caña amarga, el adobe, la tapia y la arcilla, que sirvió para la creación de ornamentos funcionales